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LA HISTORIA Y SU ENSEÑANZA(1)

En el presente capítulo se describe los fundamentos teóricos y pedagógicos de Historia Dominicana, asignatura que se imparte en el Primer Grado del Segundo ciclo del Nivel Medio, además se expone su historiografía, su clasificación, así como una breve reseña de su proceso didáctico, es decir, su forma de enseñanza en el Nivel Medio.

1.1   Definición de Historia

Según De la Cruz y Aybar (2001, p. 22) la Historia “es una ciencia social, que permite conocer hechos y acontecimientos de la realidad, ocurridos a lo largo del tiempo; de forma principal, aquellos que tienen que ver con el hombre y la sociedad. El historiador y filósofo griego Heródoto, afirmaba que la Historia es la maestra de la vida”.

De acuerdo a la cita se deduce que, el estudio del pasado permite comprender mejor el presente y, en consecuencia, permite planear mejor el futuro. Es una ciencia que permite desarrollar la capacidad de interacción social y la comprensión  del espacio del ser humano  en el entorno. La Historia se ocupa de estudiar y analizar los procesos humanos a través del tiempo; es decir, permite conocer los procesos políticos, sociales, económicos y culturales de las diferentes sociedades, en diversas épocas, y la manera en que influyeron en la formación de la sociedad contemporánea.

De igual modo, así como a cada individuo le resulta más fácil comprender su presente al entender su pasado, también los distintos grupos humanos intentan descifrar las complejidades de la vida actual, investigando, analizando y sacando conclusiones de los pormenores que conforman su propia Historia. Es la Historia la que permite ver la evolución del medio, las costumbres, la sensibilidad, las ideas y modos de pensar.

1.2   Objeto de la Historia

De la Cruz & Aybar (2001, p. 22) plantean que, “cuando se define una ciencia,  hay que definir su objeto de estudio. Es decir,  qué parte de la realidad social estudia. La Historia, durante siglos, fue considerada como el relato de hechos del pasado. El relato histórico estaba limitado a los acontecimientos de la vida política, la vida de grandes hombres”.

Los movimientos  históricos como el Renacimiento  y la Ilustración, arrojaron una visión diferente del objeto de estudio de esta ciencia, hacia un gran tema:  los cambios  en las costumbres  y en las leyes, ampliando  el objeto de estudio hacia los seres humanos y no sólo una pequeña parte de la vida de reyes y de las cortes.

Bloch (1980, p. 72) asegura que, “a partir del siglo XIX, con la escuela histórica del positivismo y la Escuela Francesa de los Anales, el objeto de estudio de la Historia cambia de manera definitiva. La escuela histórica del positivismo  surge en el siglo XIX y aporta rigurosidad  al conocimiento erudito y crítico de las fuentes de la Historia. A partir de esta escuela, la Historia se fundamenta en la sistematización y organización de los datos obtenidos en los documentos, hechos y personajes”.

La  misma  fuente  señala  que,  la  Escuela  Francesa  de  los  Anales, surgida en 1929, modifica de manera profunda el objeto de estudio de la Historia. A partir de los Anales, la Historia comenzó a ocuparse de los seres humanos en sociedad, y es conocido como Historia Social, la cual globaliza en un único objeto de estudio todas las realizaciones humanas.

1.3   Enfoques de la Historia

En el devenir humano como proceso sometido a posibles regularidades o normas, la disciplina histórica ha estado sometida a dos corrientes metodológicas, el continuismo y el discontinuismo.

La primera se fundamenta en un evolucionismo que concibe que determinadas  constantes  históricas  resulten las claves  para  explicar el proceso general de la humanidad, y procura agrupar series de fenómenos que puedan atribuirse a la misma causa. Por ejemplo, las guerras mundiales las clasifica partiendo desde las médicas, las cruzadas, hasta las últimas dos.

La segunda expone la existencia de una serie de etapas bien determinadas y caracterizadas que emergen como algo nuevo, y que son independientes unas de otras, esta teoría indica que nada se puede aprender de la historia en cuanto a regularidad.

De acuerdo a Hernández (2001), las corrientes continuistas son más que las discontinuistas. Dentro de ellas pueden inscribirse la teoría de los ciclos, la concepción lineal del proceso histórico, y la historia relato más o menos pragmática, como se enumera a continuación:

En contraste con las doctrinas expuestas, las discontinuistas defienden la existencia de una sucesión de etapas bien determinadas y caracterizadas, que emergen como algo nuevo, y que se manifiestan como independientes unas  de otras. En éstas sobresalen:  la dialéctica  del enfrentamiento  de Hegel, el materialismo histórico de Carlos Marx, el historicismo alemán y la postura de la escuela de “los Annales”.

Fernández y Castillo (2001) proponen otro tipo de enfoque, el híbrido, el cual es el resultado de una combinación difusa de paradigmas diferentes y, a veces, contradictorios, casi siempre éstos constituyen el resultado de adaptaciones  mecánicas  procurando  tomar  de todo un poco y hacer  esa sumatoria, un pretendido paradigma ideal de la enseñanza de la historia.

En este enfoque, según los autores, las estrategias metodológicas constituyen un mero ejercicio rutinario de cada día mediante las cuales las actividades se reducen a explicaciones memorísticas.

1.4   Teorías de la Historia

Fernández y Castillo (2001, p. 53) aseguran que, las teorías o enfoques de la Historia son los principios generales que, de manera explícita e implícita, intentan explicar la evolución de la humanidad. Entre las teorías históricas se mencionan:

El conocimiento histórico se construye continuamente, ya que en Historia no existen períodos cerrados a la revisión, lo que implica que los criterios objetivos se modifican. La ciencia histórica se propone construir un conocimiento lo más objetivo posible, es decir, un conocimiento que se acerque lo más posible a la realidad. La Historia como ciencia tiene que presentar hechos concretos, que puedan ser comparados, relacionados y verificados, lo que garantiza su objetividad.

1.5   Naturaleza educativa del área

Los contenidos históricos deben ser localizados en el tiempo y espacio, por lo que la historia necesita auxiliarse de la Geografía para poder ubicar el hecho histórico dentro del escenario geográfico correspondiente. Para que se  dé  un  buen  aprendizaje  del  conocimiento  histórico,  el  maestro  debe renovar y aplicar los procedimientos didácticos, teniendo en cuenta que el alumno (a) aprenda mejor la exposición del hecho histórico.

El maestro debe evitar la memorización de datos históricos, como las fechas y acontecimientos  con medidas didácticas para evitar el esfuerzo innecesario de la memoria y provocar cambios en la dinamización de las cargas positivas de asimilación natural.

Se sostiene que la historia bien cargada de detalles interrelacionados y objetivados, provocarán reales imágenes razonadas, orgánicas y duraderas y evitarán la memorización de datos fragmentarios y fugaces.  En ese sentido, las  tareas  docentes  del  profesor  de  Historia  son:  interpretar,  formular, mediar, organizar, planificar, rediseñar, adaptar, racionalizar, explicar, administrar, entre otras.

1.6   Clasificación

Se puede clasificar atendiendo a la forma en que relate los hechos, así como el contenido de lo que narre.  Atendiendo a estas características puede ser: cronológica, periódica, geográfica, religiosa, social y científica.  Desde el punto de vista cronológico,  la Historia divide los sucesos en épocas, milenios, siglos y décadas.

Desde  el  punto  de  vista  periódico,  la  Historia  se  organiza  en: Prehistoria, Edad de Bronce, Edad de Hierro, Historia Antigua, Historia  de las Civilizaciones, Historia Moderna, Historia Contemporánea.  De acuerdo a la Enciclopedia Océano (1999), según el tratamiento que se le dé a los datos, la Historia puede ser: analítica, crítica, divina y heroica.

Atendiendo a la Geografía, la Historia puede ser tratada por continentes o por países, como por ejemplo: Historia de África, Historia de Asia, Historia de América, Historia de Europa e Historia de Oceanía.

La evolución de los aspectos sociales reciben un tratamiento cronológico, por medio de la: Historia del Arte, Historia del Cine, Historia de la Economía, Historia de la Literatura, Historia militar e Historia de la Música.

1.7   Proceso didáctico

Durante la evolución de la Historia como disciplina existieron diferentes enfoques de cómo abordarla desde el punto de vista pedagógico, que se sustituyeron mutuamente. Por ejemplo, está el enfoque cronológico, que indicaba que los contenidos  debían enseñarse por décadas,  siglos y milenios. A este enfoque le sucede el marxista, que entiende que la Historia debe explicarse como evolución de los modos de producción, entre otros enfoques diversos.

En el contexto de la Educación Dominicana, se asumen los enfoques propuestos por la Escuela de los Annales de Francia. En ese sentido, según Leyton  (2010),  la revista  Annales  D'Histoire  Économique  et Sociale,  la Ecole des Annales, fundada en 1929 por dos historiadores franceses, Marc Bloch y Lucien Febvré, discípulos de los que Peter Burke llamó el Antiguo Régimen Historiográfico; reunía a un grupo de historiadores que, rechazando la historia tradicional, basada en los acontecimientos políticos y, prefería analizar procesos históricos trascendentes, utilizando explicaciones de otras ramas de las Ciencias Sociales para explicar los fenómenos históricos, a través del trabajo interdisciplinario.

Los  planteamientos  de  la  Revista  de  Annales  no  eran  del  todo originales, respondían a una serie de ideas que se venían dando al finalizar el siglo XIX. Y que tenían influencia directa de importantes personajes, como Vidal de la Blanche, Émile Durkheim y Francois Simiand. Con la idea de que todo es historia, y todo es historiable, se propicia la Historia de toda la gama de las actividades humanas, en lugar de una historia primordialmente política; representada por la lucha contra la historiografía tradicional, positivista o historicista, concentrada en el estudio de lo político y lo diplomático de corto plazo.

En tanto, la Educación Dominicana asume el postulado de la Escuela de  los Annales, en relación a la interdisciplinaridad. Se valora de sobremanera la estrecha colaboración con otras disciplinas, lo que significaba la apertura al resto de las Ciencias Sociales. Es por ello, que los Annales han tenido influencias de la economía, la sociología,    la antropología y otras ciencias, a tal grado que Fernand Braudel, se planteó la necesidad de estos intercambios, afirmando que había que ver lo que hacían los vecinos científicos sociales.

En resumen, este nuevo enfoque indica cómo hay que enseñar Historia en el sistema educativo dominicano. Establece nuevos objetos de estudio e incluso nuevas fuentes, lo que considera, la sustitución de la tradicional narración de los acontecimientos por una historia analítica orientada por un problema. Los paradigmas metodológicos, están guiados por las ideas que los  autores  han  aportado  a  la  historia  como  disciplina.  Entre  ellas,  se destacan: uso del método comparativo – histórico, que presenta una historia global y globalizante, historia problemática, historia abierta, multideterminada o compleja.

En el texto Fundamentos del Currículo, el Ministerio de Educación señala que, “la enseñanza de la Historia tiene en cuenta los desafíos sociales más importantes para el desarrollo  nacional, así como la incidencia que estas nuevas relaciones tienen en la formación actual de la dominicanidad y sus perspectivas en el marco regional, continental y global”.

De acuerdo a la cita, a través de la enseñanza de la Historia se valora y se intenta comprender el proceso de conformación del pueblo dominicano en una dimensión de los desafíos del presente siglo en vías de: reconstrucción del proyecto histórico de la nación dominicana y participación en la construcción de una comunidad política nacional democrática, que afiance la participación y la representación legítima de los pueblos.

Se trata de tomar conciencia del cambio, la ruptura y la comunidad como características propias de la dinámica histórica-social. En la misma es preciso abordar con carácter prioritario los problemas más recientes  del pueblo dominicano. Como temas especiales a tratar, entre ellos están: la pobreza, migración, campesinado, educación, así como los nuevos renglones económicos. La enseñanza de estas disciplinas facilitará la formación de sujetos libres, críticos, creativos y democráticos mediante el abordaje de conocimientos significativos sobre la realidad social, la comunidad, la nación, la región y el mundo.

Según (Álvarez, 1996) “al caracterizar el proceso de enseñanza aprendizaje  como sistema, se aprecia en su composición  al docente,  los estudiantes y las condiciones en que se desarrolla este sistema tanto sociológica como psicológicas y pedagógicas”. Es decir, el proceso de enseñanza-  aprendizaje  constituye  una red organizada,  compuesta  por el docente, los estudiantes y el entorno. En donde el entorno puede observarse desde tres perspectivas distintas que son: psicológico, sociológico y pedagógico.

 

ESTRATEGIAS DE ENSEÑANZA DE LA HISTORIA

2.1   Metodología de la enseñanza de la Historia

Las metodologías son la mejor muestra de la evolución de la Historia y su enseñanza. El proceso de enseñanza - aprendizaje debe caracterizarse por ser: vivencial, activo, actualizado, participativo, interesante y práctico. La relación  que  se  establece  entre  los  que  intervienen  en  el  proceso  de enseñanza - aprendizaje es de tipo eminentemente dialogístico, con lo cual desaparecen  las notables diferencias  entre quien imparte conocimiento  y quien lo adquiere. Es una interacción muy intensa que se da en un plano de igualdad de condiciones, amplia cooperación, mucha empatía y gran entendimiento.

La metodología debe tener una actividad docente planificada y programada, debe orientarse en forma científica a facilitar el aprendizaje. Según Bernal, A. (1985) llegó a la convicción que para garantizar la calidad y efectividad de una praxiología pedagógica deben lograrse dos metas básicas: la variación conceptual de la educación y estructurar el sistema educativo dentro de la concepción de la educación permanente. (p. 55)

Por lo que la metodología utilizada debe sustentar su praxis en estrategias variadas  que  faciliten  la incorporación  total  del  educando  al proceso educativo centrado en el aprendizaje, y no en la enseñanza; y concebido   en  función  del  desarrollo   de  la  autogestión   a  partir  del diagnóstico de sus prioridades.

Las metodologías se clasifican en dos grandes grupos, que son: metodologías convencionales y metodologías no convencionales. Las convencionales  o  tradicionales,  que  no  asumen  o  no  indican  ninguna novedad o cambio, si no que son metodologías arcaicas que no dejan un

aprendizaje  significativo  en  los  estudiantes  o  aprendices,  ya  que  su aplicación es muy poco flexible y ruda y genera memorización. Por esta razón, éstas son muy poco utilizadas para la enseñanza de Historia, como son la metodología dogmática.  La primera fue utilizada desde el siglo XVI hasta el siglo XX.  Por medio de esta metodología, la Historia es presentada por personajes y fechas, sin valorar la incidencia de los hechos históricos en la conformación del ideal de nación y en épocas posteriores.

Por su parte, las metodologías  no convencionales,  se conforma por aquellas  que son una  modificación  de las metodologías  convencionales, pero que aportan nuevos elementos al proceso de la enseñanza. En dichas metodologías, la práctica pedagógica y experiencia del docente es lo fundamental,  pues constituye una significativa ayuda en el avance de la lengua. Las metodologías no convencionales incluyen: enseñanza por descubrimiento o constructivista, enseñanza por exposición o aprendizaje reconstructivo, metodología cooperativa, entre otras.

2.1.1  Metodología tradicional

La palabra clave era memorizar. La teoría del aprendizaje que subyace era un asociacionismo ingenuo, según almacén de datos, ideas y trozos de realidad  que  se  apilaban  unos  junto  a  otros  sin  establecer  especiales relaciones entre ellos. La historia se enseñaba como narrativa de datos, con interés de favorecer a bandos políticos, según fuera el caso. Las estrategias empleadas   en  la  enseñanza   de  los  conceptos   de  la  Historia  en  la metodología tradicional eran las mismas que se usaban para trasmitir datos, es  decir:  el  dictado,  repetición  de  ejercicios  y  rellenado  de  listas  con preguntas precisas, sin permitir la expresión oral del educando.

En la metodología tradicional, los programas están organizados casi siempre de forma cronológica, se aprenden fechas, biografías de personajes destacados, sin permitir su ubicación geográfica. En consecuencia, expertos señalan que los hechos históricos se aprenden   descontextualizados completamente.

Según Carretero y Pozo (1993, p. 36) la vieja enseñanza de la Historia y  la  Geografía  partía  de  una  idea  muy  simple  del  aprendizaje,  el  cual consistía en repetir y memorizar fechas y hechos históricos, así como capitales, idiomas y monedas.

La misma fuente establece que, la teoría del aprendizaje que subyacía a este enfoque era un asociacionismo ingenuo, el cual consistía en un gran almacén de datos, ideas y trozos de realidad. Así se creía que el aprendizaje tiene por función reproducir conocimientos,  no elaborados, y por ello la única estrategia posible para adquirir esos conocimientos era la repetición hasta el hastío.

Al asumir esta teoría del aprendizaje, las estrategias de enseñanza resultarían simples, presentándole al alumno los materiales de aprendizaje debidamente ordenados, de acuerdo con la lógica de la disciplina e inducir y reforzar una actividad de repaso verbal de esos materiales hasta su correcta reproducción.

Desde este punto de vista, en relación a la concepción de la teoría tradicional quien sustenta la primacía es el docente en el aula y la función del alumno/a como agente pasivo, cuya única función era repetir los saberes elaborados que le eran informados por este o por el libro de texto. Parafraseando al educador Paulo Freire, se trata de un modelo de enseñanza bancaria, donde el alumno es un recipiente vacío y el maestro es el único que puede hacer uso del conocimiento, con su sabiduría, trata de llenar este recipiente.  En  cambio,  hoy  en  día,  los  intentos  de  renovación  de  la enseñanza en las Ciencias Sociales parten de un modelo didáctico distinto, en el que el aprendizaje se concibe de una forma más activa, en el cual el alumno, ocupa un lugar central en la toma de decisiones educativas.

2.1.2   Enseñanza social

De acuerdo a Gómez (1998, p. 76) la enseñanza social se fundamenta en  las  teorías  de  Jean  Peaget.  De  acuerdo  a  éstas,  el  aprendizaje  se considera de carácter evolutivo, al considerar que el aprendizaje, ocurre a través de los períodos o etapas del desarrollo cognitivo, cuando el pensamiento del individuo se va haciendo más complejo y surgen nuevas formas de organizar y responder a la experiencia.

El aprendizaje es considerado un proceso no un producto. Es interaccionista,  debido  a  que  para  que  se  produzca  el  aprendizaje  el individuo debe interactuar con su ambiente, moviéndose en espacios, manipulando  objetos,  investigando  con  sus sentidos  (ojos,  manos,  boca, oídos, etc.). Esta concepción expresa que la motivación para el aprendizaje es intrínseca y está dentro del organismo. Otra característica es el carácter humano, pues el único objeto de estudio es el hombre.

Hay  cuatro  conceptos  básicos  que  son  necesarios  para  entender  la teoría de Piaget, estos conceptos son: Esquema, Asimilación, Acomodación y Equilibrio. El esquema consiste en la estructura cognitiva a través de la cual el individuo se adapta y se organizan los estímulos del ambiente. Este es comparado con fichas de registro, en donde cada ficha representa un esquema y son usadas para procesar e identificar los estímulos que llegan.

Los esquemas son estructuras intelectuales a través de las cuales el individuo organiza sus conocimientos de acuerdo a los contenidos acumulado previamente. Los procesos responsables de los esquemas cambien son: la asimilación y la acomodación.

Asimilación: Es el proceso cognoscitivo por el cual la persona íntegra nuevos aspectos perceptibles o estímulos, dentro de los esquemas existentes o  patrones  de  conductas.  El  proceso  de  asimilación  es  el  que  permite ampliar los esquemas; pero el cambio en el esquema, es facilitado por la acomodación.

Acomodación: Es la creación de nuevos esquemas, o la modificación de los viejos. Una vez que se produce la acomodación, el estímulo está asimilado  (el  individuo  adquiere  una  nueva  estructura  o  esquema).  El proceso de asimilación y acomodación son necesarios para el crecimiento y desarrollo cognoscitivo del individuo.

Equilibrio: Consiste en la fase de asimilación del conocimiento, donde se empieza a utilizar para realizar solucionar nuevos problemas.

Así entendido, el docente de Historia organizaría la enseñanza permitiendo la asimilación de contenidos, a través de diversas estrategias que pueden incluir la investigación, la lectura comprensiva, el análisis de textos. Luego, con la información contenido debe darse un proceso de acomodación, lo cual se origina a través de un debate social profundo, en el que el alumno cuestione las informaciones que posee y la reacomode en un esquema  lógico que comprenda.  Son parte de la metodología  social los métodos expositivos, dialógicos, entre otros; que promueven la socialización de los individuos.

2.1.3   Enfoque cognitivo

De acuerdo a Guzmán & Calderón (2001, p. 74) “las teorías del aprendizaje, con énfasis en la intuición y aspectos hereditarios, han dado paso a enfoques que importantizan el medio ambiente natural y el entorno sociocultural”. De la cita se deduce que, así como la riqueza de las experiencias  previas  que  ha  tenido  el  sujeto,  por  lo  cual  cambia  el significado de la educación, adquiriendo más relevancia el ambiente que se le proporcione a los alumnos en la escuela y la riqueza de las experiencias que se le ofrezcan. De esta concepción nace el concepto de aprendizaje significativo.

Según Palacios, C. y Zambrano, E. (1993, p. 69), “el individuo debe tratar de relacionar los nuevos conocimientos con los conceptos y proposiciones relevantes que ya conoce”. De acuerdo a la cita, el material aprendido  se  ha  incorporado  a  la  estructura  cognoscitiva  y  se  tiene disponible para en un momento determinado reproducirlo, relacionando con otro aprendizaje o solucionar un problema.

Para Guzmán y Calderón (2001, p. 75) “el que aprende debe estar predispuesto al aprendizaje significativo, ya que si se limita a repetir, por muy bien organizado que esté el material, no se producirá un aprendizaje significativo; para que éste se realice, el estudiante tiene que tener experiencias y reflexionar sobre ellas”. De acuerdo a la cita, la estructura cognitiva del alumno ha de tener “ideas incluyentes” que puedan ser relacionadas con el material a aprender, de modo que confieran significado lógico a las ideas nuevas y puedan afianzarlas. El aprendizaje significativo permite al estudiante reflexionar sobre lo aprendido, por lo que la metacognición se ha convertido en tema de estudio en el aprendizaje.

El currículo dominicano está organizado en relación a este enfoque, volviendo atrás cada año para reformar conocimientos, partiendo de lo que ya se conoce. Por ejemplo, los contenidos de enseñanza de la Historia en el 1er Grado del 2do Ciclo del Nivel Medio son enseñados en el Nivel Básico, en cada uno de los años, con un énfasis mayor en Séptimo y Octavo Grado. Pero, son repetidos en este grado para fomentar el desarrollo cognitivo de los estudiantes.

2.1.4  Metodología constructivista

De  acuerdo  a Fernández  (2002) la finalidad  de la Historia en esta sociedad democrática debe ser que el conocimiento del pasado ayude al alumno  a  comprender  el  presente  y  a  analizarlo  críticamente.  En  ese sentido, la metodología constructiva se basa en las ideas centrales del paradigma cognitivo en psicología, que es la naturaleza constructiva del conocimiento.  Según esta idea, conocer no es interiorizar la realidad tal como nos viene dada, sino elaborar una realidad propia, auto estructurada a partir de la información que proviene del medio.

La idea básica de esta enseñanza es precisamente el constructivismo, el defender que las personas aprenden a través de las acciones de asimilación. Lo que es y debe ser activo es el proceso de aprendizaje. Ninguna actividad didáctica  puede  considerarse  activa  o  pasiva,  ya  que  depende  de  los procesos psicológicos que se pongan en marcha.

La enseñanza por descubrimiento hace referencia a que el alumno lo descubra por su propia acción mental, por una nueva organización en los materiales de aprendizaje que no se hallaba explícita en los mismos, lo que caracteriza  a  este  enfoque  es  su  énfasis  en  su  carácter  individual  y psicológico de todo aprendizaje. Sus defensores sostienen que en realidad la enseñanza es en sí misma es una tarea imposible,  ya que siempre es el alumno el que aprende, de un modo personal e idiosincrásico, siendo la intervención didáctica un elemento externo e incluso un obstáculo para ese aprendizaje.

El descubrimiento o invención se equipara a la comprensión, con lo que el verdadero conocimiento sólo se producirá en contextos de descubrimiento. Los partidarios de este  enfoque consideran que las decisiones deben de tener en cuenta qué sucede dentro del alumno, ya que las disciplinas científicas concretas pierden una gran parte del papel que tenían en el proceso educativo.

La reducción de la enseñanza en actos de descubrimiento por parte del alumno ha traído como consecuencia la necesidad de cambiar radicalmente la metodología usada hasta ahora. Las exposiciones por parte del profesor y el estudio de libros de estudio y de texto han cedido el sitio a una amplia gama de recursos, muchas veces ingenioso y muy laboriosos, cuyo último fin es despertar en el alumno una labor de exploración o investigación.

Hay dos rasgos que parecen ser comunes en casi todos los recursos propuestos:  implicar  de  un  modo  activo  al  alumno,  que  pasa  de  ser espectador de la historia a ser investigador de la misma y hay que recurrir a otros recursos para potenciar el aprendizaje de los niños con realidades más próximas a ellos, y que van más allá de la lectura de textos. La conciencia de que son necesarios estos cambios es patente en los diversos proyectos de renovación curricular en Historia o Ciencias Sociales.

Fernández (2001) propone que, en la enseñanza por descubrimiento es necesario centrar los esfuerzos en el dominio de la metodología de la investigación histórica por parte de los alumnos. Entre los objetivos prioritarios de este proyecto se haya de dotar a los alumnos en actitudes y habilidades   de  investigación.   Las  características   de  este  enfoque  de enseñanza incluyen:

a) Activar y mantener el interés, la actitud, la satisfacción, la mente abierta y la curiosidad con respecto al conocimiento.

b) Desarrollar  el pensamiento  creativo  y la habilidad  para resolver problemas.

c) Promover aspectos del pensamiento y del método científico.

d) Desarrollar la comprensión conceptual y la habilidad intelectual.

e) Desarrollar actividades prácticas, como registro de datos, diseñar y realizar investigaciones,...

Por lo tanto, debe fomentarse en el alumno actitudes y destrezas generales ligadas a un uso adecuado del pensamiento formal. La estructura disciplinal de la Historia debe someterse a la psicología del alumno y no al revés.  Esta  pérdida  de  la  identidad  de  la  Historia  como  disciplina, justificada en la necesidad de proporcionar a los alumnos una formación integral que les permita resolver problemas  reales, queda patente en los proyectos curriculares de la Historia y las Ciencias Sociales.

Ahora se debe conseguir que el estudio de la Historia constituya para el alumno un método útil para indagar en el presente, es inevitable que el pasado y el presente concluyan en una misma realidad y nada mejor que el entorno del alumno. El entorno se ha visto reforzado por la nueva configuración administrativa del Estado, de las Autonomías que en algunos casos han incrementado el interés por el estudio de la Historia local. El proyecto se sustenta en dos ideas principales, características de los modelos de enseñanza por descubrimiento: a) Se considera que para que la Historia sea relevante en el aula, ha de responder a las necesidades personales y sociales del alumno adolescente y b) Para que el conocimiento pueda ser comprendido por el alumno debe centrarse en la presentación de las perspectivas, la lógica y los métodos de la disciplina histórica. Lo fundamental para saber Historia es dominar su método propio de investigación científica.

La función de la enseñanza es transmitir al alumno todo un bagaje cultural. Los partidarios de la enseñanza por descubrimiento  centran sus esfuerzos en que el alumno domine el método del historiador, dando por supuesto que la aplicación de ese método le permitirá acceder a concepciones científicas más avanzadas, aunque hay datos de la evolución del proyecto que desmiente este "inductismo ingenuo".

Acogiendo los planteamientos de Carretero Fernández (1993, p. 21) en relación al enfoque constructivista, éste sostiene que, “el Constructivismo es la construcción  activa del ser humano,  que utiliza como  instrumento metodológico los esquemas o conocimientos previos que ya se poseen, es decir, con los que construyo su relación con sus conocimientos innatos y a través de la exploración del medio ambiente que le rodea se convierte en sujeto cognitivo que realiza su labor constructivista con lo que le ofrece su entorno”.

De acuerdo a la cita, la reformulación de los objetivos generales de la enseñanza de la Historia ha venido a coincidir casualmente con un cambio profundo en las concepciones psicológicas sobre el aprendizaje, ligado al resurgimiento del cognitivismo.

2.1.5  Metodología por exposición

La Historia puede ayudar al alumno a entender al mundo social que le rodea,  es  necesario  que  su  enseñanza  se  apoye  tanto  en  la  estructura disciplinar de la propia Historia como en procesos psicológicos que pone en funcionamiento el alumno para su aprendizaje, sin menospreciar ninguno de los dos aspectos, esta consideración simultánea de lo que sucede dentro -y fuera del alumno implica que una estrategia eficaz para la enseñanza de la Historia debe asumir: a) El carácter constructivo y la naturaleza individual de los procesos psicológicos implicados en el aprendizaje y b) La naturaleza no sólo metodológica sino también conceptual de la ciencia histórica.

La función de la educación progresista es precisamente proporcionar a los alumnos aquellas formas de conocimiento que espontáneamente jamás alcanzarán. La verdadera alternativa a la repetición es el significado que pueda alcanzarse tanto por descubrimiento como por exposición. Un aprendizaje es significativo cuan-do puede relacionarse de modo no arbitrario y sustancial con lo que el alumno ya sabe, para este aprendizaje son necesarias dos condiciones: a) El material de aprendizaje debe poseer un significado en sí mismo y b) El material resulte potencialmente significativo para el alumno.

La presentación y exposición de los materiales y las actividades deben estar  diseñadas  con  el  propósito  de  que  el  alumno  adquiera  nuevos significados que modifiquen su estructura psicológica o mapa conceptual de la disciplina,  estos materiales  poseen  una organización  explícita  para  el alumno, de forma que éste no tenga que descubrirla, sino más bien reconstruirla.

2.2    Métodos especiales para la enseñanza de la Historia

Navarro (2000, p. 14) propone que “los métodos especiales para la enseñanza multidisciplinar de la Historia y Geografía, así como las demás áreas de las Ciencias Sociales son: el método histórico y método crítico”.

Método histórico. De acuerdo a Bloch (1980, p. 20) “está vinculado al conocimiento de las distintas etapas de los objetos en sucesión cronológica, para conocer la evolución y desarrollo del objeto o fenómeno de investigación se hace necesario revelar su historia, las etapas principales de desenvolvimiento y las conexiones históricas fundamentales”. Mediante el método histórico se analiza la trayectoria de la teoría, sus condicionamientos a los diferentes periodos de la historia.

Método Crítico. Según Benejan (2002, p. 160) “es un proceso para determinar la autenticidad, la exactitud y el valor de una información o de un conocimiento determinado o de un acontecimiento, de una idea”. Se basa en la discusión y análisis de los procesos históricos de la humanidad, con tal de valorarlos.

Para Tulchin (1987) citado por Benejan (2002, p. 161) el pensamiento crítico consiste en una combinación de aptitudes, competencias, actitudes y disposiciones utilizadas en el pensamiento de evaluación razonada que requiere un juicio cuidadoso o una reflexión continua. Para Giroux 1990 citado por Pilar (2003, p. 69) el pensamiento  crítico es la capacidad de problematizar lo evidente de examinar críticamente la vida.

2.3   Estrategias de intervención docente

Para Navarro (2000) “las estrategias son una gama de alternativas y opciones  para producir  intervenciones  pedagógicas  intencionadas”.  Estas constituyen un recurso de gran valor para abordar el aprendizaje desde una perspectiva significativa, que contribuye al desarrollo de la inteligencia y la subjetividad de los sujetos.

Según González (2003, p. 2) el término estrategia tiene su origen en el medio militar, en el que se entiende como “el arte de proyectar y dirigir grandes movimientos militares”. Así una acción estratégica consiste en proyectar, ordenar y dirigir las operaciones, de tal manera que se consiga el objetivo propuesto.

En ese sentido, las estrategias de aprendizaje cognitivas permiten transformar la información en conocimiento a través de una serie de relaciones cognitivas que, interiorizadas por el alumno, le van a permitir organizar la información y, a partir de ella, hacer inferencias y establecer nuevas relaciones entre diferentes contenidos, facilitándoles su proceso de aprender a aprender.

“Las estrategias de aprendizaje se entienden como un conjunto interrelacionado de funciones y recursos, capaces de generar esquemas de acción que hacen posible que el alumno se enfrente de una manera más eficaz  a  situaciones  generales  y  específicas  de  su  aprendizaje;  que  le permiten incorporar y organizar selectivamente la nueva información para soluciones problemas de diverso orden. El alumno, al dominar estas estrategias, organiza y dirige su propio proceso de aprendizaje”. (González, 2003, p. 32)

Por lo que se entienden las estrategias como la columna vertebral del proceso de enseñanza – aprendizaje, independientemente de la metodología y los principios psicopedagógicos subyacentes en la intervención educativa del aula. Las estrategias de aprendizaje que integre el maestro deben ser conscientes e intencionales, dirigidas a un objetivo relacionado con el aprendizaje. No puede desligarse de la conciencia del estudiante, adquirida a partir de los propios procedimientos, no sólo por sus logros personales, sino también por sus dificultades para el aprendizaje.

De acuerdo a Díaz Barriga (2001), “en el área de Ciencias Sociales las estrategias más aceptadas son aquellas que en el Fundamento del Currículo se trabajan de manera interdisciplinaria y son las siguientes”:

Recuperación de la percepción individual: busca el análisis crítico y reflexivo de los estudiantes hacia problemas y situaciones, en un contexto histórico y actual.

Problematización, cuya finalidad es promover el estudio, el análisis y la búsqueda de soluciones alternativas a una problemática, o abordar un tema desde las perspectivas de autores y teorías diversas. A través de esta estrategia se contrasta o se pone en cuestionamiento lo expuesto o percibido, lo observado o lo realizado en el entorno.

Descubrimiento  o indagación: a través de esta estrategia se pueden recaudar informaciones en diferentes fuentes. Además, hacer experimentaciones, estudios de casos, así como estrategias de construcción del conocimiento diagnósticas.

Asunción de saberes cotidianos, permite evidenciar las experiencias y las vivencias que traen consigo los discentes de sus ambientes, lo que le permite al docente conocer hasta qué punto se identificarán con los nuevos conocimientos.
Exposición de los conocimientos acumulados por las ciencias, es ideal para la integración de conocimientos de las diferentes áreas del saber, evidenciando las habilidades de retención y desenvolvimiento.

Diálogo de saberes, propicia la democracia y libertad de expresión, ya que se ponen de manifiesto punto de vistas semejantes y encontrados.

Socialización, se desarrolla fundamentalmente a través del trabajo cooperativo, con la finalidad de promover la cooperación, la solidaridad, la búsqueda de consenso y la concertación.

Inserción  en  la comunidad:  es aquella  que  pone  en contacto  a  los actores del medio educativo con su entorno social y natural, con la finalidad de valorizar los saberes populares mediante la planificación de paseos, excursiones o campamentos.

Cada una de esas estrategias puede integrar diversas técnicas para propiciar aprendizajes significativos, las cuales serán seleccionadas por el maestro, en relación a las habilidades de sus estudiantes.

(1)Créditos:
Monografía "Estrategias utilizadas en el proceso enseñanza – aprendizaje eficiente del período 1996 – 2004 en la Historia Dominicana, 2do Grado del 2do Ciclo del Nivel Medio, Liceo Nocturno San Francisco de Asís, año Escolar 2011 – 2012", presentada por Milagros Peña y Yanuaira Ventura, para optar por el título de Licenciada en Educación, mención Ciencias Sociales, en la Universidad Tecnológica de Santiago - UTESA